El disco
Give Me Up es un maxisingle de 1986 del cantante estadounidense de soul y gospel Beau Williams, lanzado por el sello Capitol Records. El maxisingle contiene dos versiones de la canción Give Me Up, una versión vocal y otra instrumental, ambas producidas por Roey Shamir, quien también trabajó con artistas como Afrika Bambaataa, Madonna y Cyndi Lauper. La canción Give Me Up es un tema de funk y boogie con influencias electrónicas, que muestra la potente voz de Beau Williams y su capacidad para transmitir emoción y energía.
Give Me Up fue el primer sencillo del álbum No More Tears, que fue el cuarto álbum de estudio de Beau Williams. El álbum también incluyó otros éxitos como No More Tears, All Because of You y Make Me Whole. El álbum fue un éxito comercial y crítico, y estableció a Beau Williams como uno de los artistas más destacados del soul y el gospel de los años 80. El álbum recibió una nominación al Grammy al mejor álbum de gospel contemporáneo en 1987.
Give Me Up es una canción que habla sobre el amor y el deseo, y cómo el protagonista no quiere renunciar a la persona que ama. La canción tiene un ritmo bailable y pegadizo, con una línea de bajo sintetizada y una batería electrónica. La canción también cuenta con coros femeninos que armonizan con la voz de Beau Williams. La canción tiene una duración de 4 minutos y 47 segundos en la versión vocal, y de 4 minutos y 52 segundos en la versión instrumental.
Give Me Up es una canción que ha sido muy apreciada por los amantes del funk, el boogie y la música disco, y que ha sido reeditada y remezclada por varios DJs y productores. La canción también ha sido versionada por otros artistas, como el cantante italiano Michele Fortunati, quien la adaptó al italo disco bajo el título de Gimme Up. La canción también ha sido utilizada como muestra por otros artistas, como el rapero francés Kool Shen, quien la usó en su canción J’reviens.
Give Me Up es una canción que demuestra el talento y la versatilidad de Beau Williams, quien ha tenido una larga y exitosa carrera musical, tanto en el ámbito secular como en el religioso. La canción es un clásico del funk y el boogie, que sigue sonando fresca y actual después de más de tres décadas.
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