El disco
Ever Fallen In Love es un single icónico de la banda británica Fine Young Cannibals, lanzado en noviembre de 1986. Esta canción es una versión del clásico de Buzzcocks, originalmente escrita por Pete Shelley y lanzada en 1978. La versión de Fine Young Cannibals se grabó para la banda sonora de la película de comedia y acción “Something Wild”, dirigida por Jonathan Demme y protagonizada por Melanie Griffith y Jeff Daniels.
El single Ever Fallen In Love de Fine Young Cannibals se destaca por su energía vibrante y su interpretación emocional. La banda, compuesta por Roland Gift (vocalista), Andy Cox (guitarrista) y David Steele (bajista), logró infundirle a la canción un estilo único que combina elementos de pop, rock y new wave. La voz distintiva de Roland Gift aporta una profundidad emocional que resuena con la letra melancólica y reflexiva de la canción.
La letra de Ever Fallen In Love explora los sentimientos de dolor y confusión que surgen al enamorarse de alguien con quien no deberías. La interpretación de Fine Young Cannibals captura perfectamente la angustia y la intensidad emocional de esta experiencia. La producción de la canción es nítida y dinámica, con una instrumentación que incluye guitarras eléctricas, sintetizadores y una sección rítmica contundente.
El éxito de Ever Fallen In Love no se limitó solo a su inclusión en la banda sonora de “Something Wild”. La canción también fue un éxito en las listas de éxitos, alcanzando el puesto número 9 en el Reino Unido y encabezando las listas en Sudáfrica. Además, se incluyó en el álbum de 1989 de Fine Young Cannibals, “The Raw & The Cooked”, que consolidó aún más la reputación de la banda como una de las más innovadoras y exitosas de la década de 1980.
En resumen, Ever Fallen In Love de Fine Young Cannibals es una reinterpretación magistral de un clásico del punk rock que logra capturar la esencia emocional de la canción original mientras le infunde un estilo propio y distintivo. La combinación de la voz única de Roland Gift, la producción impecable y la emotiva letra hacen de este single una pieza memorable y atemporal en la discografía de Fine Young Cannibals.
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