El disco
En el panorama del rock de 1980, emergió un single que capturó la esencia del sonido New Wave con una energía cruda y una producción impecable. Se trata de Don’t Bite The Hand, lanzado por la banda británica Live Wire. Este single se convirtió en un testimonio del talento y la visión artística del grupo, destacando en la escena musical de la época.
Live Wire, conocidos por su estilo dinámico y presentaciones enérgicas, ya habían dejado su huella en la escena del pub rock londinense. Con Mike Edwards al frente como guitarrista y vocalista, la banda estaba completada por el bajista Jeremy Meek, el baterista German Gonzales, y el guitarrista Chris Cutler. Sin embargo, fue la incorporación del productor y guitarrista Simon Boswell lo que les proporcionó un sonido más pulido y comercialmente atractivo.
El single Don’t Bite The Hand se destaca por su letra provocativa y un ritmo contagioso que invita a la reflexión. La canción principal, que da nombre al single, ofrece una duración de 3:21 minutos de puro vigor New Wave. La cara B del single, First Night Every Night, no se queda atrás, proporcionando una experiencia auditiva complementaria con sus 2:10 minutos de duración.
La producción de Simon Boswell es evidente en la calidad del sonido del single. La mezcla equilibrada y la masterización nítida hacen que cada canción brille con luz propia. El trabajo de Boswell no solo elevó la música de Live Wire, sino que también ayudó a definir el sonido de la era.
En resumen, Don’t Bite The Hand de Live Wire es un single que no solo representa un momento importante en la historia del rock, sino que también sigue siendo relevante hoy en día. Con su sonido distintivo y letras memorables, este single es una pieza esencial para cualquier aficionado al género New Wave y al rock en general.
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