El disco
Like a Prayer es el cuarto álbum de estudio de la cantante estadounidense Madonna, publicado por las compañías Sire y Warner Bros. Records el 20 de marzo de 1989. Para la composición y producción de las canciones, colaboró con Patrick Leonard y Stephen Bray, con quienes ya había trabajado en su anterior trabajo True Blue (1986), así como con el músico Prince. Considerado su trabajo más serio e introspectivo de su carrera hasta ese momento, incluye referencias sobre sus padres y los lazos con su familia. En este aspecto, la artista, que había decidido adoptar un estilo adulto y más sofisticado, abordó temas que hasta entonces eran solo meditaciones personales que nunca había compartido con el público en general. El título del álbum proviene de la influencia del catolicismo en la juventud de la cantante, así como sus luchas con la religión.
Like a Prayer es un álbum de género pop que incorpora elementos del dance, funk, góspel y soul. Madonna se inspiró en su educación católica y las letras tratan temas sobre su infancia y adolescencia, como la muerte de su madre en «Promise to Try», la importancia de la familia en «Keep It Together» y la relación con su padre en «Oh Father». Sumado a ello, aborda su matrimonio fallido con el actor Sean Penn en «Till Death Do Us Part» y el empoderamiento femenino en «Express Yourself». El primer sencillo del álbum, «Like a Prayer», fue el séptimo número uno de Madonna en la Billboard Hot 100 de Estados Unidos, la mayor cantidad para una artista femenina durante la década de 1980, mientras que «Express Yourself», «Cherish» y «Keep It Together» se ubicaron entre los diez primeros lugares de dicha lista.
Like a Prayer obtuvo la aclamación de académicos, biógrafos, críticos y periodistas musicales, quienes elogiaron la producción, la composición introspectiva de las canciones y la voz de Madonna, a quien reconocieron como una artista seria. Desde el punto de vista comercial, llegó a la primera posición en más de treinta países, entre ellos Estados Unidos, Japón y Reino Unido, y obtuvo múltiples certificaciones de oro y platino. En total, ha vendido 15 millones de copias en todo el mundo. El álbum también generó controversia por el uso de símbolos religiosos y sexuales en sus canciones y vídeos musicales, especialmente en el caso del sencillo «Like a Prayer», cuyo vídeo provocó el rechazo del Vaticano y la cancelación del contrato publicitario que Madonna tenía con Pepsi. Sin embargo, este escándalo no impidió que el álbum fuera considerado como una obra maestra del pop y uno de los mejores discos de todos los tiempos por diversas publicaciones especializadas.
Like a Prayer es un álbum que marcó un antes y un después en la carrera de Madonna, ya que demostró su capacidad para crear música innovadora y personal, sin dejar de lado su éxito comercial y su influencia cultural. Con este álbum, Madonna se consolidó como una de las artistas más importantes e influyentes de la historia de la música pop.
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