El disco
El single Dying For It, lanzado en marzo de 1988, es un testimonio del talento y la visión artística de The Vaselines, una banda que, aunque no disfrutó de un éxito comercial inmediato, dejó una huella indeleble en la música indie y alternativa. Este single, que incluye la canción Molly’s Lips en la cara B, es una muestra de la habilidad de la banda para crear melodías pegajosas y letras que resuenan con un sentido de anhelo y deseo.
Eugene Kelly y Frances McKee, los cerebros detrás de The Vaselines, se unieron para producir algo que era tanto refrescante como desafiante en el panorama musical de la época. Con influencias que abarcaban desde el punk hasta el pop, su sonido era una amalgama de crudeza y dulzura, encapsulando la dualidad de la experiencia humana.
La grabación del single Dying For It tuvo lugar en los estudios Pierhouse en Edimburgo, bajo la atenta producción de Stephen Pastel. La inclusión de instrumentos adicionales como la viola, tocada por Sophie Pragnell, añadió una textura rica y una profundidad emocional a canciones como Jesus Wants Me for A Sunbeam.
La canción Molly’s Lips es particularmente notable no solo por su contagioso riff de guitarra, sino también por su homenaje a la personalidad televisiva escocesa Molly Weir. La simplicidad de la canción, con su estructura de verso y coro repetitivos, crea un himno indie que es imposible de olvidar.
El impacto de Dying For It se magnificó cuando Kurt Cobain de Nirvana declaró su amor por el EP, citándolo como uno de sus favoritos y llevando a Nirvana a hacer versiones de varias canciones de The Vaselines. Esto no solo elevó la visibilidad de la banda, sino que también aseguró su lugar en la historia del rock alternativo.
En retrospectiva, Dying For It es más que un simple single. Es un documento de una era, un precursor de lo que estaba por venir en la música alternativa. Las canciones de The Vaselines han resistido la prueba del tiempo, y Molly’s Lips sigue siendo una favorita entre los aficionados al indie, tanto por su calidad intrínseca como por su asociación con Nirvana.
En conclusión, Dying For It encapsula un momento único en la música, uno que refleja la transición de la cultura underground a la corriente principal. The Vaselines pueden no haber sido una banda de estadios, pero su influencia se siente en todo el espectro del rock alternativo. Este single es una pieza esencial para cualquier aficionado a la música que busque comprender las raíces del sonido que definió una generación.
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