El disco
En el panorama del new wave de 1980, Toyah Willcox y su banda Toyah irrumpieron con un single que no solo desafió las convenciones musicales sino que también capturó la imaginación de una generación. El single Ieya, lanzado en junio de ese año, no fue solo una canción, sino una declaración artística que resonó con fuerza en la escena musical.
Ieya se originó como una improvisación durante una prueba de sonido antes de un concierto en Bath. La energía que desprendió la banda al interpretarla fue tal que lo que debía ser una canción de cuatro minutos se extendió a veinte, con Toyah improvisando letras sobre la marcha. Este single, que formaba parte del álbum The Blue Meaning, fue grabado en Parkgate Studios y producido por Steve James y la propia Toyah Willcox.
La letra de Ieya es una reflexión sobre la humanidad y su búsqueda de inmortalidad, desafiando a los dioses y enfrentándose a lo divino en una forma casi dantesca. Toyah describe la canción como una exploración de la creencia humana en nosotros mismos hasta el punto de considerarnos inmortales y capaces de convertirnos en nuestros propios dioses.
El single, que también incluía “The Helium Song” como lado B, mostró la capacidad de Toyah para crear una atmósfera envolvente y mística, con referencias al Necronomicon y experiencias paranormales que Toyah había vivido. La complejidad de la canción se reflejó en la dificultad de grabar las voces, con Toyah luchando por escribir letras para una composición tan repetitiva y extensa.
A pesar de los desafíos técnicos y emocionales durante la grabación, Ieya se convirtió en un éxito menor en las listas del Reino Unido cuando fue reeditada en 1982. Este single no solo es un testimonio del talento de Toyah Willcox y su banda, sino también un hito en la historia del new wave y la música de principios de los 80.
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