El disco
En el vasto cosmos de la música, hay álbumes que se convierten en estrellas fugaces, brillando intensamente antes de desvanecerse en la oscuridad del olvido. Sin embargo, hay otros que, como constelaciones antiguas, permanecen en el firmamento musical, guiando a los viajeros sonoros a través de generaciones. El álbum debut homónimo de Funkapolitan pertenece a este último grupo, un faro de innovación y estilo que aún ilumina el camino para los exploradores del funk y la música disco.
Corría el año 1982, una época en la que la música era un campo de batalla donde los géneros luchaban y se fusionaban en una danza caótica y hermosa. En medio de esta revolución sonora, Funkapolitan emergió como un fenómeno, una banda que no solo tocaba música, sino que la vivía, la respiraba y la transmutaba en algo completamente suyo.
Cada pista del álbum es una historia, un capítulo en un viaje a través de la psique de una generación que buscaba significado en el ritmo y la libertad en la melodía.
"As the Time Goes By": No es solo una canción, es un himno para aquellos que se mueven al compás del tiempo, un recordatorio de que cada momento es una nota en la sinfonía de la vida.
"In the Crime of Life": Aquí, Funkapolitan se convierte en filósofo, explorando los rincones oscuros de la existencia con un bajo que palpita como el corazón de la verdad misma.
"Run Run Run": Es la esencia de la urgencia, una carrera frenética a través de campos de sintetizadores y colinas de percusión, donde la banda nos insta a perseguir nuestros sueños antes de que el tiempo nos alcance.
Aunque Funkapolitan puede haber sido un cometa en el cielo de la fama comercial, dejaron tras de sí un rastro de influencia musical que otros han seguido. Su álbum es un testimonio de una época en la que la música era más que entretenimiento; era un movimiento, una declaración de principios, una revolución.
El álbum Funkapolitan es más que una colección de canciones; es un portal a una era dorada de la música. Para aquellos dispuestos a escuchar, ofrece una experiencia que va más allá de la nostalgia; es una lección en la historia de la música y un recordatorio de que, aunque las modas pasan, el verdadero arte perdura.